Trabajando por un Desarrollo Sustentable
Quiero aclarar que las líneas de conocimiento a las que he acudido para sustentar este trabajo, surgen de un extraordinario foro de especialistas en desarrollo urbano, el Foro Mundial de Desarrollo Urbano (FMDU), que tuvo lugar hace 7 años en la ciudad de Culiacán, Sinaloa.
Sin duda alguna, la base para el desarrollo urbano tiene que ser la planeación estratégica, a partir de la elaboración de un plan que permita la revisión periódica y el control de los indicadores establecidos para el logro de objetivos de corto, mediano y largo plazos, a partir de una visión del desarrollo sustentable que se pretende con la participación concreta de todos los actores del desarrollo urbano.
Es obvio que quienes dirigen el desarrollo urbano saben perfectamente bien las técnicas, los procesos y los procedimientos para planear cualquier tipo de desarrollo, y para el caso de los responsables gubernamentales la aplicación de leyes y reglamentos en la materia, su mandato es cuidar el interés general de la comunidad, a efecto de que todo tipo de desarrollo en lo particular cumpla a cabalidad con lo que establece la normativa. Pero no solo se trata de ajustar el desarrollo urbano y limitarlo a lo que dicta el interés público sopesado en la normativa que lo regula, sino que es preciso llevar a cabo una revisión de las leyes y reglamentos en la materia, para darles una visión de largo aliento que prevenga los altos costos que al medio ambiente y al crecimiento urbano y rural le hemos generado cuando se ha privilegiado un modelo de desarrollo depredador, más que constructor, y que genera contaminación por la energía utilizada, sobre todo en las grandes ciudades, y que en entidades o municipios que buscan el desarrollo, en aras de un rápido crecimiento, no han escatimado las afectaciones que agentes económicos han provocado en los ecosistemas terrestres y marinos.
Más Ciudades Sustentables
Urge cambiar el modelo de planeación tradicional de hace 40 años, que generaba altos costos económicos, humanos y ambientales, por un modelo de planeación estratégica de desarrollo sustentable, que articula el desarrollo humano con espacios públicos y áreas verdes, transporte y movilidad, para combatir el cambio climático.
Este modelo de planeación estratégica “proyecta ciudades más habitables y más humanas, con un mejor futuro, hechas a la medida de los anhelos de sus ciudadanos, innovar en materia de vivienda, con sentido humano y respeto al medio ambiente, que impulsa la participación ciudadana, construye redes de convivencia comunitaria, propicia la recuperación de espacios públicos para mejorar la calidad de vida y seguridad ciudadana, y promueve la cohesión social, el deporte y el sano esparcimiento”.
Es así que para encauzar el crecimiento explosivo y reordenar el uso del suelo de nuestras ciudades, se debe cumplir la premisa de que se deben construir ciudades sustentables con diseño bioclimático, competitivas, generadoras de empleos, con familias integradas y que privilegien al ser humano como eje del desarrollo sustentable, toda vez que incumplir lo anterior trae graves consecuencias: “el desarrollo urbano desordenado engendra delincuencia, inseguridad y expone a la población a sufrir tragedias provocadas por desastres naturales”.
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