Ubicados en el extremo sur de la península de Baja California, Cabo San Lucas y San José del Cabo están entre los destinos turísticos más atractivos de México para locales y extranjeros. Pero más allá de su oferta hotelera, sus hermosas playas, de las actividades acuáticas, el emotivo avistamiento de ballenas y por supuesto, la foto obligada en el Arco -esa formación natural en el risco al final de la península que es su símbolo más conocido y representativo- Los Cabos se han convertido también en un lugar muy codiciado para invertir y vivir, particularmente para ciudadanos norteamericanos que buscan la tranquilidad y el ambiente “Wellness” que este paradisíaco lugar ofrece, en múltiples desarrollos residenciales de playa y desierto.
Invitado por la revista Land and Building, de la que he aceptado ser Consejero Honorario, el viaje ha sido literalmente, una inmersión total en un mar de múltiples e interesantes ambientes y oportunidades. Mi primera sorpresa ha sido el propio Consejo Directivo de la revista, integrado por empresarios, líderes gremiales, académicos y autoridades locales. Es la mesa idónea para compartir experiencias y puntos de vista, discutir y buscar soluciones a temas tan relevantes como el desarrollo ordenado, el medio ambiente y la sostenibilidad; el bienestar social y los servicios públicos; la inversión privada; la competitividad; el empleo y la capacitación y certificación de los trabajadores del sector inmobiliario y de la construcción, que como presidente de Manos al Futuro de los Oficios, es uno de mis principales intereses y objetivos.
Participar en esa mesa me hizo recordar que hace ya muchos años, me tocó iniciar en la Ciudad de México un ejercicio muy importante e interesante que fue la conformación del CONDUSE (Consejo para el Desarrollo Urbano Sustentable), cuyo grupo inicial superó los 1,200 integrantes y estaba compuesto por miembros de la sociedad civil, empresarios, legisladores, académicos, autoridades y políticos, cuya misión era la construcción de las bases para elaborar el Programa General de Desarrollo Urbano de la CDMX. Toda proporción guardada, veo en el Consejo Directivo de Land and Building, la semilla de un ejercicio de esa magnitud, en donde ya se discute como adoptar las mejores prácticas en el desarrollo local, en beneficio del crecimiento ordenado de Cabo San Lucas y San José del Cabo.
Recorrí Los Cabos con Ricardo Reyes y Héctor Segovia, solo para confirmar que a pesar de los grandes contrastes entre los exclusivos Clústers residenciales y los barrios marginales en donde habita la mayoría de los trabajadores, así como de los problemas urbanos y ambientales inherentes a una ciudad que crece aceleradamente, aún tiene una dimensión y estructura que es posible modelar e intervenir para replantear. Pero para lograrlo, se necesita precisamente que todos los actores sociales partícipes del desarrollo: ciudadanos, autoridades, profesionistas, inversionistas, desarrolladores, constructores y trabajadores, caminen de la mano teniendo como objetivo común el mejorar significativamente la calidad de vida para todos sus habitantes.
A pesar de la Pandemia y de la crisis generalizada que ésta ha ocasionado, en Los Cabos se percibe un ambiente de optimismo. Justo al inicio de las campañas políticas para la renovación de autoridades locales y estatales, se habla de proyectos públicos y privados, de inversión y empleo, de programas sociales y de equidad, de un futuro en el que pueda lograrse el objetivo que plantea la frase que le da vida a Manos al Futuro de los Oficios: “Tenemos que lograr que el desarrollo económico pueda financiar el desarrollo social”.
Espero regresar muy pronto e involucrarme en esos proyectos, y por supuesto, de disfrutar de la hospitalidad de mis amigos de Land and Building y de la deliciosa comida que distingue a esta privilegiada zona de México.