¿Qué significa un proyecto y cómo lo gestionamos? Los proyectos son todos aquellos planes que pasan de la idea a la ejecución. Pueden ser realizar tus estudios, hacer un pastel, participar en una obra de teatro o lanzar un cohete a la luna. Sí, así de diversos son, pero ¿qué tienen en común?, ¿qué los hace ser un proyecto? Esto lo podemos definir de la siguiente manera: Un proyecto es un esfuerzo temporal con un inicio y un fin claro el cual crea un producto, servicio o resultado único.
Como la mayoría de nuestros esfuerzos personales, profesionales e inclusive dentro de nuestra vida empresarial tienen que ver con proyectos, es de gran importancia de conocer qué son y cómo gestionarlos. Muchas veces escuchamos a empresarios, amigos e inclusive nosotros mismos decimos, estoy iniciando un proyecto, ¿y qué significa eso?. Permíteme explicar un poco de qué se trata. Un proyecto sin excepción debe cumplir con estas cinco etapas naturales y son las partes que lo componen de manera orgánica, cronológica, natural y obligada. Si alguna de estas partes se omite o falla, seguramente el proyecto fracasará.
La etapa 1, es donde inicia el proyecto. Es aquella parte donde se gestan las ideas, donde hay miles de emprendedores, la parte romántica. La etapa 2, donde se planea el proyecto. Una etapa en la que muchos proyectos se estancan porque requiere de planeación, proyecciones financieras y técnicas, así como análisis de cadena de suministro y datos duros que sólo los estudios y factibilidades reales nos pueden dar. La etapa 3, la ejecución del proyecto. En esta etapa es donde se impulsa con capital, pasión y empeño todos lo conocimientos y planteamientos de la etapa 1 y 2. Es la etapa más difícil y la que requiere más impulso. Es el despegue del avión. La etapa 4 es la que corresponde al seguimiento y control del proyecto, en la que hay que revisar y actuar. Es el control del mismo durante su vida activa. Esta parte mide, evalúa y al mismo tiempo corrige para llevar en orden el proyecto. La etapa 5 de cierre de proyecto, es la que evalúa los resultados, la que verifica los tiempos y procesos y genera los reportes necesarios para la toma de decisiones y resultados.
Para poder gestionar nuestros proyectos, no basta con sabernos conocedores de nuestra operación, se requieren fundamentos, estudio y capacitación constante de nuestro departamento de proyectos. Sí, departamento de proyectos. La mayoría de los negocios globales competitivos, incluyendo firmas orientadas a productos y servicios, cuentan con una oficina de proyectos (también conocida como PMO – Project Management Office), la cual es responsable de administrar el portafolio de proyectos y asegurar el éxito que se ha comprometido.
Las empresas constructoras y desarrolladoras cada vez más deben estar al día en términos de gestión de proyectos, pero, ¿cómo conseguirlo? Como todo en este mundo globalizado, existen las herramientas y las metodologías necesarias para conseguirlo en términos de gestión de proyectos. El profesional que se dedica a esto es un Project Manager, y no, no estimados lectores, no es un un puesto laboral que inventa el departamento de recursos humanos, es un ingeniero de preferencia industrial o civil con un altísimo conocimiento y certificaciones en procesos y proyectos y que, a la luz de esto se certifica para ser un Project Manager.
El Project Management Institute (PMI), es una organización internacional sin fines de lucro que asocia a profesionales relacionados con la administración de proyectos de todo el mundo. Desde principios de 2011 es la más grande del mundo en su rubro, dado que se encuentra integrada por más de 480,000 miembros de aproximadamente 170 países. El PMI te certifica a través de un examen teórico/práctico como PMP (Project Management Professional), lo cual te identifica como parte de este grupo de profesionales. Poseer este certificado es altamente cotizado como parte de la experiencia en proyectos.
Asimismo, la Guía de los Fundamentos para la Dirección de Proyectos (denominada Guía del PMBOK®) (2017) es el documento del PMI que establece “normas, métodos, procesos y prácticas establecidas” para la dirección de proyectos, las cuales, en conjunto, se les conoce como “buenas prácticas”.
Vale la pena profesionalizar a nuestras empresas, a nuestros ingenieros, a nuestros procesos pero sobre todas las cosas a nuestros proyectos. En los años por venir, será de altísimo valor la gestión de la información, de los tiempos pero sobre todas las cosas la gestión de proyectos. Sin lugar a dudas, nos ayudará a hacer mejores proyectos y dar mejores resultados. Como Project Manager Certificado, te puedo decir que existe un antes y un después en mi empresa al conocer a detalle estas metodologías y aplicar la gestión de proyectos en la misma.