A comienzos del siglo XIX, se definen por primera vez las unidades de medición de la Electricidad Coulomb, Ampere y Faraday, dando pie a la “Primera Revolución Industrial”, la cual marca el inicio del proceso evolutivo energético en todo el mundo al cual nos hemos acostumbrado a través de los años. Damos por hecho que al llegar a nuestras casas tendremos energía para encender nuestros aires acondicionados y ahora, hasta conectar nuestros autos eléctricos sin importarnos las repercusiones que genera la actual fuente de energía fósil para satisfacer nuestro demandante estilo de vida que, aunado el exponencial crecimiento poblacional, conlleva a un crecimiento energético mundial.
El crecimiento energético no sustentable tiene consecuencias devastadoras e irreversibles, y si bien existen acuerdos internacionales para la transición energética a renovables, los planes introducidos más optimistas para revertir el cambio climático no surtirán efecto si no hasta por lo menos el año 2030. En espera de que sean llevados a cabo y que las decisiones de quienes gobiernan no apuesten más a al uso de combustibles fósiles, esperamos que no haya sido demasiado tarde.
Internacionalmente, Edificios Energía Cero, NZEB (Net Zero Energy Building) en Estados Unidos o nZEB (near Zero Energy Building) en Europa, significa un total cambio de forma pensar el diseño e implementación operacional de un edificio. Cuadrar la superficie de producción solar disponible en los techos del edificio con la cantidad de energía demandada anualmente, en vez de crear un recinto que consuma mas energía de la que él mismo produce, es un cambio en el planteamiento de nuestro diseño tanto arquitectónico como de ingeniería que debe contemplar técnicas y tecnología para que los procesos internos tengan un consumo de energía más eficiente.
En el diseño y planeación de un Edificio Energía Cero, destacan entre muchas técnicas y tecnologías, la consideración de la posición del edificio con respecto a la exposición solar, eficiente selección de tipo de ventanas, aislamientos y materiales que funcionen como paredes adiabáticas que disminuyen el intercambio de calor o frio, la implementación de control y monitoreo de equipos eléctricos que asegura un consumo determinable, el cual evita descuidos y mal uso de equipos; y así lograr que el consumo neto anual sea inferior o igual a la cantidad de energía que dicho edificio produce y almacena en un banco de baterías en una superficie y costo kWh/m2 por año más eficiente.
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